Películas sobre la Segunda Guerra Mundial: "Defiance" (Resistencia)

El que haya leído este blog sabrá que me apasiona el tema de la Segunda Guerra Mundial, especialmente el Frente Oriental ya que me da la impresión que es ahí donde se desarrolló la verdadera guerra, con unas batallas y unos escenarios épicos. Además, teniendo en cuenta los participantes en uno y otro frente, la manera de presentar la guerra en películas y libros difiere radicalmente, según se presente la visión de Hollywood o la visión europea (aunque ésta última tampoco escape tanto a los intereses propagandísticos propios).

Por ejemplo: no podemos comparar el estilo ni la franqueza de una película como la alemana "Stalingrad" de 1993 con el alegato patriótico infumable de "Salvar al soldado Ryan", ni los hechos que se presentan. La primera relata una situación en la que murieron más de 2 millones de personas, la segunda es la búsqueda de ese soldado norteamericano perdido en la campiña francesa, con unas cuantas víctimas por el camino, sí, pero menos (incluso si se tiene en cuenta el desembarco en Normandía, que por muy sanguinario que fuese, no deja de representar una ínfima parte de víctimas respecto a Estalingrado u otras batallas del Este). La primera muestra todo el sinsentido de la guerra, la segunda es casi como un paseo por el campo. Pero ambas han tenido una acogida a nivel de masas muy desigual, debido al efecto Hollywood y al sermón subyacente de "nosotros los norteamericanos, ganamos la guerra". Sí, en parte, pero bastante pequeña comparada a la de los rusos.

Otra temática recurrente sobre la SGM es el tema judío. El Holocausto ha sido tema de películas y libros hasta aburrir, y precisamente ésta es la palabra clave para describir esta nueva película: Resistencia (o "Defiance"). Una tiene que resistir la tentación de bostezar durante la mayor parte del tiempo. No es nada buena señal que las situaciones y los diálogos a fuerza de haberse visto tanto se puedan anticipar a cada momento.

La película es estática, aburrida, convencional, y, por supuesto no podía faltar porque para eso se ha hecho, presentar a los pobres judíos como una comunidad la mar de pacífica, buena gente a más no poder, con sus costumbres donde - por supuesto - una vez más no puede faltar la típica boda con las típicas canciones. Casi todos los demás son malos en comparación con ellos. La convivencia en el bosque no siempre es fácil, y ejercer el liderazgo tampoco, y es lo que intenta representar el personaje de Daniel Craig, al que, como sorpresa agradable, no le cuesta demasiado deshacerse de su imagen de Bond para meterse en este papel. El que hace de hermano suyo - Liv Schreiber, que está pésimo en esta película - es un cara cartón que se pasa toda la película llevándole la contraria, hasta que al final las cosas se tuercen. Y luego están los rusos: se les representa invariablemente con la botella de vodka en la mano, o comportándose de manera asesina, incluso con sus propios partisanos. Unos retratos de personajes totalmente planos, maníqueos y que provocan vergüenza ajena.

Así que tenemos aquí un batiburrillo de tópicos, una falta de interés total, un aburrimiento supino, una película que no aporta nada y una pérdida de tiempo y de dinero (el que no se la haya bajado por Internet) que es mejor evitar. 1 estrella de 5. Más críticas sobre la película aquí.